miércoles, 6 de octubre de 2010

Videojuegos como dispositivos culturales: Las competencias espaciales en educación

La industria de los videojuegos se ha convertido en unos de los más grandes referentes culturales de nuestras vida moderna, hasta se ha dicho que la industria de los videojuegos moldea nuestras vidas, y todo pese al ocio que provocan.
Los jugadores hacen imprescindible el uso de éstos como herramienta educativa, sin antes pensar que éstos provocan ventajas y desventajas, así como hay juegos educativos, también encontramos diferentes tipos de juegos con distintas funciones, como de estrategia, aventura, simulación o rol y desarrollan capacidades como la reflexión, el razonamiento estratégico y táctico o la agilidad mental, y tienen una compleja importancia social por ser medios masivos.
Como juegos, son un acto creativo, ficticio y experimental para los niños, que significa seguir reglas que reflejan los valores de la sociedad, algunos juegos socializan a los niños de acuerdo a los requerimientos y capacidades de adaptación necesarias en una sociedad, pero también los hay aquellos que aíslan a los jóvenes de la sociedad manteniendo una actitud negativa o de entretenimiento excesivo y eso es preocupante para los padres y educadores, se debe tomar en cuenta que los videojuegos sirven como extensiones del ser humano social, y que los niños con éstos se introducirían de manera cómoda y natural al mundo de los ordenadores.
Existen demasiados mitos acerca de los videojuegos y sus efectos, que éstos anulan la personalidad, que el adicto a los videojuegos acaba confundiendo realidad y ficción, pierde mucho tiempo en jugar y olvida sus obligaciones por estar solo en el juego, pero también involucran la espontaneidad, estimulan la habilidad psicomotriz, acostumbran a asimilar información y retención de ésta misma, al mismo tiempo les resta la posibilidad de ocasiones en que interactúan con sus pares y comparten estrategias, trucos, ya que su propósito es conseguir el reto, conocer la curiosidad y fantasía que los videojuegos provocan, y la interactividad ayudará al usuario a saber de manera constante si su estrategia es la adecuada y modificarla velozmente, ya que ante todo la experiencia debe tener como centro al jugador, la estrella es el usuario.
Conocer el juego y su relación con otros, ayudará a hacerse una idea de si es adecuado para el niño/adolescente o para toda la familia, puede decirse que los videojuegos pueden potenciar las relaciones familiares si los padres se integran en el proceso, se aconseja incluso probar el juego antes de comprarlo, con una demo disponible en la red, por ejemplo.
El mercado ofrece gran variedad de productos, el conocerlos y emplear dicha diversidad posibilitará que se aprovechen los diferentes retos y habilidades cognitivas que cada uno desarrolla, mientras no compartimos la experiencia al jugar con los niños, ellos seguirán jugando indefinidamente.